Siempre que nuestros electrodomésticos se averían a causa de un daño eléctrico, tenemos la tranquilidad de estar respaldados por nuestro seguro del hogar.

Desde Sejescar, como reparador de confianza de daños eléctricos de las principales aseguradoras del país, te proponemos estos consejos para todo lo demás.

¿Sabes por qué…

tu lavadora hace mucho ruido o tu ropa ya no queda igual de limpia y fresca que antes?

¡No te quedes sin ropa limpia! Con un mantenimiento fácil y sencillo evitarás futuras averías.

Al igual que en nuestras anteriores entradas la instalación y limpieza de un electrodoméstico es fundamental. Con estos consejos siempre tendrás tu ropa a punto.

Cada cosa en su sitio

Deja una distancia de unos 5 cm desde la lavadora a las paredes de alrededor, para que el aire circule, no se sobrecaliente el motor y las mangueras de desagüe no se enrosquen.

Nivela tu lavadora y evita problemas de vibraciones, ruidos, e incluso que pueda llegar a “caminar” durante el centrifugado; además se generan residuos en el cajón del detergente que contribuyen a los malos olores. Regula las patas de la lavadora girándolas a rosca.

Revisa las mangueras de desagüe de forma regular; que no estén enroscadas, agrietadas o con fugas. En caso de encontrar un problema, reemplaza la manguera o hazlo cada tres o cinco años como parte del programa de un mantenimiento proactivo.

Revisa los bolsillos de la ropa. Sobre todo si tienes niños, pueden contener “pequeños tesoros” que encuentran en el parque, piedrecitas, papeles … ocasionando residuos en la colada, gomas y filtro.

Productos adecuados y todo en su justa medida

Suena obvio, pero por si acaso, no se te ocurra utilizar lavavajillas o cualquier otro producto que no sea indicado para lavado a máquina, provocará demasiada espuma, dañando el sistema.

Más no significa siempre mejor. Sigue las indicaciones de los detergentes, demasiada espuma deja residuos en la ropa y se acumulan sobre el tambor y las gomas, apareciendo el temido moho, causante de malos olores y mal funcionamiento.

La ropa según la capacidad de la lavadora, si pones mucha, no se lavará correctamente; no habrá espacio para que el detergente se disuelva en el agua y esta saldrá sucia o con restos de manchas; además el tambor sufrirá en cada centrifugado. Si el espacio entre la parte superior del tambor y la ropa es menor al ancho de una mano, ¡está demasiado llena!

Dureza del agua

Dime dónde vives y te diré que agua tienes. Lo primero es saber qué tipo de agua hay en la zona en la que vives, así sabrás qué tan a menudo es conveniente que realices una descalcificación. Hacerla cada 6 meses, evitará que se acumule cal y suciedad. Existen en el mercado varios productos con esta función, lo único que tienes que hacer es colocarlo en la lavadora y hacer un lavado sin carga.

Limpieza y malos olores

– Compartimentos del jabón, suavizante y tambor. Mantenlos libres de residuos y de vez en cuando saca los cajones totalmente para limpiar los posibles restos. Además una vez al mes lava tu lavadora. Con la lavadora vacía, añade líquido limpiador para lavadoras o un chorro de vinagre y una taza de bicarbonato directamente al tambor. Pon un programa largo a alta temperatura y eliminarás cualquier rastro de moho o de restos que pudieran haber quedado en el interior y con ellos, los malos olores.

– Gomas. En ellas se acumulan restos de jabón y es un lugar seguro para la proliferación del moho. Límpialas con la misma mezcla anterior antes y retira cualquier objeto extraño que te encuentres, no es rato encontrase cabellos, restos de papel, incluso pequeñas monedas.

– Filtro. Cada pocas semanas o cada vez que observes problemas con el drenaje del agua, la ropa mojada después del centrifugado final, ciclos más largos de lo normal, o pausas inusuales durante un ciclo de lavado, limpia el filtro de tu lavadora. Cabellos, hilos, aros de sujetador y otros pequeños objetos pueden obstruir en el filtro, haciendo el drenaje del agua más lento. El filtro está en la parte baja de la lavadora, antes de sacarlo hazte con una toalla vieja, cubo y fregona, para recoger el agua que sale cuando lo quitas. Saca el filtro, enjuágalo bajo el agua y elimina los restos de pelusas y jabón frotando con un cepillo. Vuelve a ponerlo y ¡listo!

Para terminar

Todo fuera. Es conveniente sacar la ropa de la lavadora inmediatamente después de que el programa termine. Si la dejas húmeda en la lavadora, va a generar moho y malos olores, y tendrás que volver a lavarla además de ocuparte del moho.

Puertas abiertas. Cuando la lavadora no esté en uso, déjala entreabierta para que la humedad que queda en su interior se evapore. Es la mejor forma de que la condensación no dañe la máquina y genere moho.

Con estos sencillos pasos, alargaras la vida de tu lavadora y evitarás averías mayores.

Para todo lo demás, cuenta con Sejescar, dispone de los mejores profesionales para tu hogar.